sábado, 12 de febrero de 2011

por qué.

tengo tantas ganas de darte un cachetazo. casi tantas como las ganas de darte un beso. de seguir buscandoté, como hice todo diciembre, antes de que te fueras, aunque igualmente no estabas acá. y la vida siguió, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido y aunque sea una frase cursi habla de vos y de mí.
a veces siento que a la gente que le gusto no me mira a los ojos. no se animan. sin orgullo, sin humildad. escucho las palabras de tu amiga que no conozco y apenas si se le cae tu nombre de entre algunas morisquetas y diálogos de un juego que ya conozco bien.
qué tal tu mar? qué tal tu pelo? quiero escucharte, contame que está revuelto y planchado a la vez. quiero escucharte, pero el recuerdo de tu voz se va distorsionando y la habitación se va llenando de polvo.
no sé con qué frase terminar. tal vez sería mejor si.

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