el histeriqueo me persigue. seguís siendo la que me sacó a bailar y después me cortó el rostro.
tu recuerdo me sigue en colectivo, me pregunta la hora. vos sos el chofer y el flaco que me pide permiso para salir del asiento de la ventanilla. querría olvidarte, extender los 1200 kilómetros que me separan de tu boca, pero se me termina el país.
te amo y a la vez no. capricho? cómo no sentirme así. mariposas en la cabeza. puaj, que frase más trillada. mariposas vomitivas, suenan más a mí. la piel erizándose, las tripas que dan vueltas y nuestra conexión, que dura años, que dura amores, apura el ritmo cardíaco. como la primera vez. qué bien me cogiste aquella vez.
pero ahora sos un fantasma que me acecha de día, que se sienta conmigo en el bar de la esquina de la facultad, una angustia atravesada por un perfume antiguo, de otra vida. tengo que olvidarte.
definitivamente tengo que pasar más seguido por acá.