miércoles, 2 de noviembre de 2011
la tuca que quedó de halloween.
salgo corriendo para vomitar del dolor. el golpe fue preciso(el tipo no habló más). le grito germán y no viene, no viene. voy tambaleandomé hasta el baño inmundo. la puerta tiene el picaporte colgando y no cierra. y yo sigo gritando. camino un poco jorobado, abrazando mi abdomen con el brazo derecho. dejo el vaso de plástico que sostenía con la otra mano en el lugar donde iría un jabón que nunca fue. me miro al espejo sucio. el hilo de baba ensangrentada cuelga de un labio y yo no lo siento. golpean la puerta, creo, pero prefiero quedarme apoyado así como estoy. el espejo sucio me devuelve una imagen ajena. no es mi cara. los párpados rebotan pesados cuando pestañeo. pienso en pensar en dejar de pensar. necesito vacaciones. grito de nuevo. germán. el grito no sale de mi boca hinchada y ya no tengo ni fuerzas, pero pruebo una última vez. germán. nada. algo se movió en el fondo. creo que es el monstruo gigante de ojos enfermos y no estoy seguro que sea un disfraz.
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